Los últimos acontecimientos catastróficos que han afectado el país en los últimos anos han dado muestra de que el gobierno no tiene la mas mínima capacidad para enfrentarlos. Básicamente es un asunto de capacidad mas que de apoyo gubernamental y privado. La estructura social de nuestro país no permite la distribución de las ayudas de manera normal, ni tampoco la estrategia de reconstrucción funciona. Cuando el gobierno u otras instituciones de socorro, empresas privadas y organismos internacionales proveen los recursos, quienes lo manejan en su mayoría no tienen la capacidad para hacerlo de manera efectiva.
El gobierno debe apoyar de manera incondicional las instituciones autónomas de socorro, donde la política y el clientelismo no tengan lugar. Ellos tienen la formacion y experiencia para manejar este tipo de situación, el gobierno debe convertirse en su aliado poniendo a su disposicion la policía, fuerzas armadas, obras publicas, salud, telecomunicaciones u otras instituciones gubernamentales que junto a la defensa civil den el apoyo necesario ayudando al control logístico y la ejecución de acciones para enfrentar cualquier situación de emergencia.
En conclusión se debe quitar de las manos de los políticos el protagonismo de manejo de las situaciones de emergencia.
